El porno como epidemia silenciosa
El porno podría considerarse una epidemia silenciosa de la que, desafortunadamente, todavía no somos conscientes. La magnitud de la afectación en las siguientes generaciones está empezando a desvelarse, pero aún sigue siendo desconocida. Los más vulnerables son los adolescentes y los niños, aunque pensemos que este último grupo tiene contacto prácticamente nulo con ese mundo (cosa totalmente incierta). Los efectos del porno a estas edades son mucho más dañinos que en adultos.
¿Son estas afirmaciones alarmistas? En ningún modo. De hecho, la sociedad está más cerca de una postura de minimización del problema que del alarmismo. Los principales motivos son:
- El primer contacto con el porno se tiene alrededor de los 8 años.
- Deja rastro permanente en el comportamiento y en la mente, que perdura durante la edad adulta.
Explorando las razones detrás del acceso temprano al contenido pornográfico
Empecemos por aclarar a qué edad nuestros hijos tienen su primer contacto con el porno y por qué. Bien, las causas principales son la abundancia de material pornográfico en internet, la facilidad de acceso, la promoción en medios aparentemente aptos para menores de edad, y la invisibilidad del problema que lleva a los padres a no tomar medidas de vigilancia y prevención. Imaginemos una situación en la que se deja un teléfono móvil o una tablet a un niño para que juegue, vea canciones por internet, dibujos animados, o cualquier otra cosa. Quizás, en algún momento aparezca publicidad sobre dibujos animados en los que parece una chica sexualizada. Una vez cliquen ahí, los siguientes anuncios sugeridos serán cada vez más eróticos, pudiendo llegar a enlazar con páginas puramente pornográficas. Por supuesto, si están navegando directamente en páginas web, los anuncios con contenido erótico o pornográfico pueden aparecer sin ni siquiera ninguna interacción del menor. El resultado es que los niños tienen su primer contacto con el porno básicamente cuando han podido hacer uso del móvil sin supervisión durante cierto tiempo.
Consecuencias del acceso precoz
A medida que la edad es más avanzada, se une el factor de la curiosidad y de la búsqueda activa de este contenido, sobre todo cuando se entra en la pubertad y aparece la masturbación. Con lo cual, por mucho que confiéis en vuestros hijos, lo realista es asumir que la gran mayoría de menores han tenido acceso a contenido pornográfico. No es una afirmación subjetiva, hay datos sobre ello, pero el objetivo de este artículo no es avasallar con estadísticas y gráficas.
La distorsión del sexo y sus efectos
Se podría pensar que no es tan grave, y que el sexo es algo natural. Bien, ahí es cuando empieza el segundo gran problema, el tipo de contenido y las consecuencias que generan en el individuo. El porno no refleja el sexo tal como ocurre en la vida real. No hay abrazos, no hay besos, hay un porcentaje altísimo de violencia (ahogamientos, golpes, sexo forzado, etc.). Recordad que estamos hablando de niños y adolescentes, no saben nada sobre el sexo, y lo poco que saben lo están aprendiendo lo hacen de ahí. Un chico de 16 años, en su primera relación sexual, puede quedar muy sorprendido de no haber recibido una felación, o de que la relación durase 5-10 minutos en lugar de 40. Y una chica, puede considerarse obligada a realizar esa felación porque es lo que se espera de ella, o considerar normal que la agarren del cabello durante esa relación sexual.
Adicción y extremismo
Además, todo eso sería en el mejor de los casos. La realidad es que movidos por el morbo y la curiosidad, normalmente consumen contenido mucho más chocante que los adultos, ya que cada vez necesitan contenido más fuerte para sentir algo. El porno tiene un componente adictivo, y caer en él reduce el placer en las relaciones sexuales reales. Como adultos, les costará tener relaciones sanas y satisfactorias, además de normalizar y relativizar comportamientos que son puras agresiones sexuales. Es común enviarse mensajes con videos cortos masturbándose, desnudos, violaciones o agresiones en grupo que incluso son grabadas en vídeo (lo que refuerza la idea de que ni siquiera son conscientes de la gravedad), etc.
Desafíos en la era digital
El gran argumento utilizado para poner freno a esta situación es la dificultad de controlar el contenido en internet, lo cual es falso. Las herramientas existen. Es muchísimo más difícil alquilar un coche o apostar en un casino online, que acceder a porno por internet. Simplemente se requiere la voluntad de hacerlo.
Responsabilidad parental y soluciones
De momento, la única herramienta disponible está en manos de los padres. No dejéis dispositivos con conexión a internet sin un mínimo de configuración de seguridad.
Espero que os haya parecido interesante este tema, el cual me parece que enlaza con los peligros de las tecnologías, sobre que espero escribir más.